AYERRA REDIN , MARINO
Nació en Lumbier y llego a Altsasu como cura párroco dos días antes del Golpe Militar, tomando el tren en Pamplona el día 16 de Julio. El mismo se ofreció ir a Alsasua, comunicándole al Obispo Olaetxea , ya que había problemas con el anterior y se considera importante su sustitución por algún otro sacerdote mas apropiado a las “especiales” circunstancias del pueblo. El anterior parroco era Marino Aldabe el patético Marino llamado “El gordo”. Nada mas llegar a Alsasua , comprendió don Marino las advertencias que le había hecho Benito Santesteban cuando fue a recoger una sotana a su sastrería para que retrasara su viaje a Alsasua , porque se preparaba un golpe muy importante para aquellos días.
El domingo tras celebrar su primera Misa, en la sacristia recibe la visita del Alcalde de Altsasu Luis Goikoetxea diciendole estaba esperando la notificación de dimisión como Alcalde . Marino y sus dos coabjutores , el joven Luis Maria Ortigosa y Luis Irurtzun de cierta edad salen por la tarde y observan las calles tomadas.
Su lema era: Pensar alto, sentir hondo y hablar claro. Fue denunciado por los padres Capuchinos y llamado al orden por las autoridades. Actuó siempre en defensa del pueblo.
Tribunal Eclesiastico
En el convento de los Padres Capuchinos quedó constituido un tribunal eclesiástico encargado de instruir un proceso judicial que investigara uno de sus “Sermones” (en relación a los detenidos alsasuarras en el frente de Asturias). El motivo de la denuncia ademas era sobre el tono general de la predicación de don Marino Ayerra en Alsasua y, que se redactara una sentencia que había de servir de base para un enjuiciamiento posterior por vía militar. Al final se le recomendó silencio prudente y temporal en abordar cualquier tema de “Caridad” y “Perdón”. Ayerra se recluyó unos días en San Miguel de Aralar. Cuando volvió y reanudó su labor en la parroquia la guerra continuaba. Las victorias obtenidas en el frente y la caída de las ciudades en poder de los nacionales eran celebradas con manifestaciones de júbilo, que acaban concentrándose ante la Comandancia Militar en cuyo balcón aparecían las autoridades civiles y militares. La religiosa ya no la representaba don Marino, le sustituía un padre capuchino que se dirigía al público en fervorosa arenga, felicitándole por las conquistas obtenidas sobre los “rojos” y porque la victoria total ya estaba próxima, y con ella el fin de la guerra.
Marino siempre estuvo en contra de las atrocidades cometidas, las cuales denunciaba constantemente.
(Fotograma de la película «La Buena Nueva»)
Compromiso
En varias ocasiones pudo estar con los prisioneros poco antes de morir. Respeto en todo momento el sentir y los ideales y los ideales de los altsasuarras a los cuales no dudo en poner como ejemplo de personas dignas ante los miles de lectores que han leído su libro No me avengonze del Evangelio en varios países. Fue uno de los poquísimos curas- sacerdotes que miraban con horror las atrocidades cometidas.
Exilio
A los pocos meses de finalizar la guerra, un día que estaba Alsasua totalmente nevada, Marino partió hacia Uruguay, le pusieron muchas trabas los de la falange pero pudo ir a la ciudad de Mercedes, tal como el comentaba: -«Yo no concibo, no entiendo este clima de aquí y quiero ver si encuentro mi clima. ¡Aquí yo me ahogo¡»-
Sabia muy bien que al despedirme de sus padres y conocidos, no les iba a volver a ver. Estaba nevando en la estación pero se acumuló mucha gente.
Permaneció unos meses con la condición de cura, hasta que en 1940 solicitó la escolarización .
Al dejar la sotana medios eclesiásticos mueven ficha para repatriarlo, pero las autoridades de Uruguay le dejaron seguir trabajando como peluquero. El mismo ministro de Interior le dijo:- ”Tranquilo Marino, puede usted seguir ejerciendo de peluquero”-
De Uruguay se trasladó a Argentina. En Argentina se gana la vida como traductor de latín y Griego, así como de peluquero . Se casó y tuvo dos hijas.
Murió en Argentina, sin poder regresar a Euskal Herria. En la Pamplona católica no se menciona nunca a Marino Ayerra por su nombre, él era apóstata y así se le nombraba cuando ocasionalmente se hablaba de él. Los católicos eran su Obispo Olaechea y los legionarios de Cristo y Franco.
Escribió el libro “No Me avergoncé Del Evangelio “ que fue publicado en Buenos Aires” en 1958, al poco tiempo de escribirlo abandonó el sacerdocio. Según palabras de el:-«Dejé el teatro”- Los hechos trágicos cambiaron totalmente su trayectoria personal.
A Marino Ayerra le sustituyó Lezaun, capellán voluntario de guerra, cargado de condecoraciones, las cuales las puso en el comedor de la Casa Parroquial.
Libro No Me avergoncé del Evangelio
La primera edición apareció en varios países e idiomas y clandestinamente en el Estado Español, posteriormente hubo otra edición y actualmente es la cuarta.
No Me Avergoncé Del Evangelio fue publicado en Buenos Aires por la editorial “Periplo” en 1958, teniendo un gran éxito de ventas .
Anotaciones:
Nos hallamos por toda Navarra […] en el régimen planificado y sistematizado del pánico; en la ruda labor de previa e indispensable roturación del terreno para las grandes siembras del resurgimiento de España; en la obra, en fin, de concienzudo y completo exterminio de la oposición en los de arriba, y de fría adaptación obligada por el terror en la tierra roturada y desmenuzada de la pobre gente de abajo.
(No me avergoncé del Evangelio pg. 51.128)
Dicho libro termina: “Me retiré del teatro”. Sin entrar en creencias, sino solo bajo una perspectiva práctica y analizando la realidad cotidiana; así fue, no deseaba seguir realizando una pantomima en un absurdo teatro.
Homenaje
A Marino al cabo de varios años se le quiso hacer un homenaje. La intención era traerle de nuevo a Altsasu por unos dias, e incluso se procedió a la recogida de dinero, pero no pudo ser.
Otros
Marino y su coadjutor
Tenia un ayudante, era un sacerdote catalan . Anteriormente estuvo con Franco de capellán al frente, vino a Navarra y se presentó en el obispado y lo enviaron a Altsasu. No coincidía en todo con Marino y le tenia que reprimir a la hora de confesar a viudas de muertos etc.,
Visita de Marino Aldabe
En una ocasión tuvo la visita del anterior párroco. Segun lo describia él: «Negro avechucho de siniestro presagio». Los mismos practicantes pidieron saliese del pueblo. Era de nombre Marino también, Marino Aldabe o Marino el gordo, estuvo en varios casas de fascistas altsasuarras y al final le visito a Ayerra diciendole:»¡No don Marino,no¡ .No se ha echo todavía aquí bastante , de la maldición de cristo a las ciudades incrédulas, pesa aún sobre este pueblo descreído de Alsasua y, no se ha hecho cumplir como debía haberse ya cumplido. Continuando: -«¡Había mucho por hacerse aquí, pero mucho¡ y por lo que he podido apreciar ¡ No se ha hecho aun nada ¡.
Ayerra le contesta: -«Pues señor yo creía que venia como párroco, no como capellán de cementerio; ¡si aún le parece a usted poco¡». A los pocos días fue detenido Luis Goikoetxea Luis Goikoetxea Goikoetxea, alcalde de la localidad destituido al início del golpe.
Ver Inicio del Golpe. Transcurrir en Altsasu Durante La Guerra
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